Ruta piramidal que parte desde la localidad de Bolea y nos permite ascender a sierra Caballera para recorrer parte de su cordal y ascender al pico de su mismo nombre -1563 m-. Recorre caminos de buena calidad salvo en su parte media que se encuentran con piedra algo suelta y con alguna rampa bastante fuerte.
Nos va a permitir entender esta sierra desde otra perspectiva bastante distinta a la que estamos acostumbrados. Se puede realizar todo el año, pero en época de caza y de lluvia debemos tener mucha precaución.
En todo momento gozaremos de impresionantes vistas sobre el pirineo, las sierras interiores, la Sotonera, Hoya de Huesca, y sur de la provincia en días despejados, así como las de la propia sierra Caballera y de Loarre. En nuestro recorrido podremos admirar la ermita de la Virgen de la Peña. Recomendable seguir el track de la ruta.
La ruta es "corta", pero dura por el desnivel acumulado que debemos superar. Esto se compensa por la facilidad para volver en descenso a nuestro lugar de partida desde cualquier punto de la ruta – salvo en su parte media-.
Para su realización es necesaria
una buena forma física y que las previsiones del
tiempo sean buenas ya que la presencia de nieblas y nubes
pueden dificultar nuestra orientación y en caso de
lluvia hacer casi intransitable algún tramo, con riesgo
de averías. Accesos por la carretera N-240 dirección
Pamplona, después de pasar Esquedas, girar a la derecha en dirección a Bolea. Ruta
con track para GPS
Descripción
Partimos de la localidad de Bolea, en concreto en su parte norte, al final de la calle Castilla y donde la carretera de Puibolea (HU-V-3141) entra en el pueblo. Frente a nosotros separados por una casa están dos caminos; nosotros seguiremos el de la izquierda con señales del camino de Santiago -flechas amarillas- y/o el camino Natural de la Hoya de Huesca. Pasamos junto a las piscinas municipales y continuamos sin perder la pista principal -atentos y no confundirse con varios caminos que salen a derecha e izquierda- hasta llegar en algo menos de 4,4 km, en ligera subida, a la carretera de acceso a Aniés, donde giraremos a la derecha hasta llegar al pueblo. Las señales del Camino Natural nos dirigen a un sendero que transita por dentro del carrascal, pero en esta ocasión no las tomaremos. De hacerlo, este también termina saliendo a la carretera de Aniés.
Una vez en Aniés -km 5,6- atravesamos el pueblo ascendiendo en dirección a la sierra. Tenemos posibilidades de abastecernos de agua en su fuente. El camino se empina fuertemente -más del 10% de desnivel medio- y así, y sin darnos apenas tregua, llegamos en el km 8,8 a los pies de la ermita de la Virgen de la Peña. A nuestra izquierda sale una senda que asciende hasta ella -preguntar en el pueblo por las llaves o forma de visitar la ermita-. Evitar tomar durante el ascenso una pista de fuerte desnivel que sale a la izquierda-km 7,6- ya que es una vía de servicio para la ermita -carteles indicadores-.
A partir de este punto, la pista se hace más suave y se pedalea con facilidad. Rodeamos la Peña Espaldada mientras podemos observar a nuestra derecha el barranco de San Cristobal por donde corre el río Sotón que cruzamos poco después cuando aún es un pequeño regato –km 11,5-. Comienza una subida algo más fuerte – poco-entre rocas desprendidas hasta llegar a un desvío en el km 12,1. Abandonamos la pista principal, que llega hasta los pozos de nieve de Bolea por los que pasaremos más tarde, y giramos a la izquierda en ligero ascenso. Salvo por un par de recurvas, el camino se asciende con facilidad mientras se introduce en una zona de pinares. A nuestra izquierda sale una trocha evidente por la que están sacando madera y que no tomaremos.
No podemos dejar de disfrutar de las vistas que se abren ante nosotros y de las formaciones rocosas que asoman entre los pinares. En el km 16,1 dejamos a nuestra izquierda una trocha que desciende por muy mal terreno hasta el km 7,6 de la ruta y que no tomamos. A poca distancia- km 16,6- se encuentra La Paúl de Aniés.
El camino, tras recorrer una zona algo más abierta, se introduce de nuevo en el pinar. Después de ascender suavemente el camino gira hacia el oeste y entramos en una zona de recurvas más empinadas que nos dejan en un cruce bajo el cerro Malacastro –km 18,3-. Aquí abandonamos la pista principal y entramos en otra que cada vez se hace peor, pero perfectamente ciclable. La pista pasa a tener una dirección suroeste y tenemos desde aquí las primeras vistas sobre el norte de la provincia y el valle de Rasal pasando al sur del Tozal Royo o de Marcovil.
Descendemos un poco por una pista que cada vez se hace peor y entramos en una zona mucho más húmeda de la que salimos gracias a unas recurvas que tienen el suelo muy suelto y que puede obligarnos a desmontar en algún momento puntual. Estas nos dejan a 1500 m de altura y el camino se vuelve más llano y pedregoso. Pedaleamos por el lomo de la Sierra Caballera en un perfecto mirador sobre la Hoya de Huesca, depresión del Ebro, y Moncayo a nuestra derecha, Pirineo, el valle de Rasal –con Bentué de Rasal a nuestros pies- a la izquierda, Gratal y Peiro frente a nosotros. Alcanzamos el punto más alto –km 24,9- de la ruta -1556 m- que coincide con el pico Caballera. Tras un fuerte descenso con terreno muy suelto llegamos a la altura de un vértice geodésico –km 25,4-.
Cualquier momento es bueno para detenerse a contemplar el impresionante paisaje que nos rodea mientras descendemos por la ladera del pico entre recurvas que nos dejan en una pista mejor –km 27,4-.Aquí tenemos dos opciones: la elegida para esta ruta que es girar a la izquierda y remontar un poco para luego descender hasta los pozos de nieve o girar a la derecha y sin abandonar la pista principal descender hasta Aniés.
Como he dicho, remontamos ligeramente la pista y llegamos a un pequeño alto – km 28,3- en el que dejamos a la izquierda un refugio. Descendemos por unas recurvas entre el pinar y llegamos a los pozos de nieve de Bolea y encontramos señales del Camino Natural de la Hoya –km 28,7-. Este nos manda por el sendero de la GR, pero nosotros no lo seguiremos. En su lugar debemos tomar el camino que se introduce en el pinar y que al principio asciende ligeramente en dirección sureste. Poco después –km 29,8- llegamos a una fuerte curva a la derecha y el descenso se hace constante y fuerte por una pista en muy mal estado y bastante aérea en muchas ocasiones. Debemos tomar precauciones ya que el terreno está muy suelto y con profundos regueros. En el km 35,3 llegamos al final de este tramo, entramos en el Camino Natural de la Hoya, y pocos metros más adelante dejamos a nuestra derecha la ermita de la Trinidad. Sin abandonar este y siempre por buen camino descendemos hasta Bolea donde termina la ruta – km 38,6-.
Alternativas