Ruta de las Rocas Fecundantes I - 1/3
Distancia |
105
km. |
Ciclable |
100
% |
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Desnivel |
997
mts. |
Dureza |
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Duración |
6
- 10 h. |
Largo Recorrido |
Pista
- 103,7 Km. |
Sendero
- 1Km. |
Carretera
- 0,3 Km. |
"En el Alto Aragón
existe un fenómeno prácticamente único en el
mundo, pues aunque estuvo muy extendido y su práctica debió
ser usual en toda la Tierra, sólamente aquí encontramos
una representación intensa. Se trata de una serie de piedras
emergentes de la tierra que han sido manipuladas por la mano del
hombre, tratando de plasmar en ellas sus conocimientos ginecológicos
y obstétricos, como veremos. El fenómeno se ubica
en un área muy concreta que va desde el Somontano de Barbastro
a Los Monegros, centrándose sobre todo en La Hoya de Huesca,
en una zona que estuvo profusamente islamizada
."(Manuel
Benito Moliner, etnólogo)
Basado
en los amplios estudios realizados en este campo por el etnólogo
oscense Manuel Benito Moliner, y tras leer parte de sus escritos
que amablemente me ha pasado, tengo intención de crear una serie de rutas
"culturales" para realizarlas en btt y recorrer una parte
de lo que se conoce como rocas o cuevas fertilizantes, o
fecundantes (talladas en la roca con una similitud muy grande
con el aparato genital femenino y en algunos casos masculino), cuyo
origen se encuentra en tradiciones y ceremonias perdidas en el tiempo.
Hay multitud de localizaciones y lo más costoso
es crear una ruta "coherente" para poder pasar por todos
los "monumentos naturales" ya que alguno de ellos queda
algo disperso y el resultado sería una excursión demasiado
larga. Como podéis ver, la que aquí os presento la
titulo como I porque espero ir creando alguna más con el
tiempo, que queda mucho por visitar y recorrer.
La ruta es muy larga, lo reconozco, pero se puede
hacer en un día si se está bien de forma. Es
posible realizarla en dos días pernoctando en Salillas (turismo
rural), o en dos días volviendo cada uno de ellos
hasta la capital. Otra opción si disponemos de coche de
apoyo e comenzar la ruta en la Virgen del Viñedo y acabarla
en Tramaced con lo que se vería el grueso de las rocas y
se acorta bastante el recorrido. De todas las posibilidades hay
tracks para GPS
Para realizar la ruta, si no nos conocemos la zona
por la que pasamos, es necesario usar en la medida de nuestras posibilidades
un GPS para seguir el track
marcado. De momento estoy realizando el
cuaderno de rutas del que encontrareis ya tramos parciales
porque el recorrido es largísimo, con una ingente cantidad
de cruces, y a lo que hay que añadir las abundantes obras
públicas que se están realizando. Cualquier época
de año es buena para realizar ente trayecto, salvando quizás
los más duros de verano y el invierno por las pocas horas
de luz.
Descripción
Partimos desde Huesca
en la Ronda Isuela, justo en un camino que sale enfrente del monumento
a los danzantes y la rotonda con el monumento a la comunidad. El
camino circula suavemente entre conocidas torres en dirección
a la Ermita de Salas. Tras llegar a ella giramos a
la izquierda para pasar el puente sobre el río Isuela, dejamos
varios caminos que salen a nuestra izquierda y poco a poco nos acercamos
al río Flumen. Después de una bajadita, tras pasar
por una zona de casas de campo y un molino, entramos en una zona
mas arbolada. Nos iremos fijando mucho para encontrar a nuestra
izquierda el inicio de un sendero En caso de equivocarnos, llegaremos
al río por un vado que difícilmente se atraviesa en
bici por la cantidad de agua que suele haber. El sendero es precioso
y va, entre árboles, paralelo al río Flumen.
Atentos a las raíces y piedras que asoman en él ya
que es fácil resbalar sobre todo en días muy húmedos.
Seguir siempre por el sendero principal evitando algún ramal
que sale en dirección al río. En 1 km. llegamos a
un puente sobre el Flumen que cruzaremos y luego tomaremos el camino
de la derecha en ascenso para dirigirnos en dirección este
para tomar el primer camino a la izquierda y llegando sin pérdida
a Tierz.
Atravesamos
el pueblo en dirección al circuito de motocross y ascendemos
por una dura rampa de más del 10% de desnivel de media. En
algunos tramos, bastante más. Una vez que llegamos a lo alto
y después de recuperarnos un poco, tomamos el camino de la
izquierda en dirección norte hasta el siguiente cruce que
tomaremos a la derecha. Tras un par de desvíos, llegamos
a la carretera de Barbastro. La cruzamos y seguimos de frente por
buenos caminos. Llegaremos a la carretera de Bandaliés y
la cruzamos para pasar junto a Loporzano.
Desde aquí tomamos dirección a Bandaliés entre
amplios campos de cereal y por un camino mal conservado y a donde
llegamos en algo menos de 2 kilómetros. Aquí tomamos
nuevamente dirección norte girando a la izquierda por otro
mal camino lleno de rodadas y zonas húmedas hasta llegar
a un alto desde el cual ya divisamos el pueblo de Ayera.
Giramos a la derecha y tras pasar un barranco después de
una breve subida en vez de entrar en Ayera giramos a la izquierda.
Tras un par de cruces, giramos a la derecha en una par de curvas
ascendentes que ya nos dejan tras unos metros en la dirección
de la ermita de San Fertus a la que llegamos tras
unas rampas en mal estado. La construcción, en ruinas, está
situada en medio de un campo a nuestra izquierda. Es un inmueble
románico muy reformado, donde se encontró cerámica
hispanovisigoda a su alrededor.
Después
de la visita seguimos el camino que traíamos y que nos deja
en el camino de Castilsabás a Loporzano que tomamos a nuestra
derecha para llegar hasta la carretera de Vadiello. La atravesamos
y continuamos por un camino encementado para llegar a la ermita
de Nuestra señora del Viñedo. Tras su
visita seguimos por el lateral izquierdo de la ermita, por un sendero
junto a unos olivos que se mete entre las carrascas para en unos
pocos metros salir al restaurado molino de aceite. Giramos a la
izquierda y siempre por el camino principal (atentos al cuaderno
de rutas) comenzamos a ascender suavemente. Hay tramos muy pequeños
que atraviesan bajo unos almendros que pueden estar labrados. Así
salimos a una pista algo mejor bastante llana y que tras pasar junto
a una casita de campo aboca a otro camino que tomamos a la derecha
hasta salir a la carreterita que asciende a Santa Eulalia la Mayor.
Continuamos en ascenso por ella durante unos metros hasta encontrar
un camino que sale a la derecha en descenso y que nos deja en la
carretera de Vadiello. La cruzamos y siempre rectos llegamos a una
zona en curva de fuerte pendiente. Seguimos rectos por el camino
principal hasta llegar a un punto donde a nuestra derecha, tras
atravesar por el margen un campo, llegamos a La Piedra de
los Moros de Ayera en una zona de carrascas y piedras.
"La
Piedra de los Moros de Ayera, verdadera catedral de esta ruta fertilizadora
que venimos frecuentando. Se trata de un complejo fecundante todavía
sin estudiar. Morfológicamente es una mole pétrea
que surge en la llanura oscense, entre los términos de Castilsabás
y Ayera. Está rodeada de un encinar cada día más
mermado, emergiendo en medio del bosque. Se accede a ella por un
mal camino rural que une la carretera de Vadiello con el antiguo
castillo de Ayera y esta población.
La roca, como todas las
demás, está manipulada de una forma inusual. Comenzando
por el lado de levante, encontramos un gran falo perfectamente esculpido
de unos cuatro metros de altura. En la actualidad presenta en la
base una fuerte erosión que dificulta su verticalidad. Sigue
a poniente un espolón pétreo vaciado a pico en su
interior, con una gran cavidad rematada en la cabecera por otra
más pequeña. En su cara norte, cerca del falo, hay
una pequeña oquedad que permite la estancia de una persona
en cuclillas. Restan a los lados dos salientes que quizá
sirvieron para cubrir el hueco.
La Piedra de los Moros,
en esta parte, forma en su vaciado interior un par de paredes al
exterior, que se interrumpen con el acceso que lleva a laúltima
prolongación. Esta mole occidental presenta en su ingreso
de escalones
rebajados, cilleros a los lados, arriba la superficie muestra varias
bocas de silo que por dentro se comunican mediante agujeros practicados
en las finas paredes, rebajadas a pico. En la zona de levante, junto
a una especie de fosa, están las huellas que dejara la reina
mora en su salto: un pie normal de mujer y otra huella informe al
lado. Los pies están cambiados. Al parecer la persona que
manipuló la roca, con estas huellas, utilizó su propio
pie para plantilla una vez hecha la informe extremidad derecha,
sin darse cuenta de que volvía a poner otro pie derecho.
La Piedra de Los Moros
es muy importante, no sólo por lo gigantesca, también
por la amplia gama de símbolos fertilizadores que presenta:
falo descomunal, posible útero monumental en la segunda roca
y las únicas huellas que encontramos de reina mora. Su uso
también la hace singular, sirvió como las demás
para fertilizar mujeres pero también para el grano. El cillero
no formó parte de ningún castro ni hábitat
que estarían documentados. La prospección del terreno
no da más que fragmentos de cerámica. Todo eso nos
hace suponer que hasta allí se llevaban anualmente las semillas,
destinadas para la sembradura con el fin de que tomaran de la piedra
el poder fecundante, así el cereal sería más
prolífico.
Esto nos cuenta la leyenda:
En Santolaria -Santa Eulalia la Mayor- había un rey moro
que tenía presa a su hija en la torre del castillo que aún
está en pie. La hija, cansada de estar encerrada, dio un
salto desde un balcón, yendo a parar aquí y dejando
las pisadas del salto clavadas en la misma piedra.
El abandono y la erosión
en la cara sur ha provocado la fractura del cantil con la pérdida
de bastante superficie horadada para cías." Manolo
Benito Moliner
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