Virgen del Viñedo

Distancia
35,5 km.
Ciclable
100 %
Desnivel 
440 mts.
Dureza
Duración
2 - 4 h.
Corto Recorrido
Pista - 31,8 Km.
Sendero - 1 Km.
Carretera - 2,7 Km.

Ruta en la que visitamos una de las ermitas más importantes para la tradición de la hoya, la Virgen del Viñedo. Recorrido agradable por buenos caminos especialmente recomendable en la época de primavera. Podemos visitar además de la ermita, la necrópolis de Ayera y los restos medievales que hay en su cercanía. Ruta con track para GPS.

Descripción  

viñedoPartimos desde el desvío asfaltado a la ermita de Salas. Seguimos por la carreterita dejando un par de caminos que salen a nuestra derecha. Llegamos a la ermita (fuente) y seguimos rectos. Tras pasar el puente sobre el río Isuela, dejamos varios caminos que salen a nuestra izquierda y poco a poco nos acercamos al río Flumen. Después de una bajadita, tras pasar por una zona de casas de campo, entramos en una zona mas arbolada. Nos iremos fijando mucho para encontrar a nuestra izquierda el inicio de un sendero (km 2,65). En caso de equivocarnos, llegaremos al río por un vado que difícilmente se atraviesa en bici.

El sendero es precioso y va, entre árboles, paralelo al río Flumen. Atentos a las raíces y piedras que asoman en él ya que es fácil resbalar sobre todo en días muy húmedos. Seguir siempre por el sendero principal evitando algún ramal que sale en dirección al río. En 1 km. llegamos a un puente sobre el Flumen. Lo cruzaremos y seguiremos por la derecha en breve pero fuerte ascenso. Continuamos siempre rectos hasta llegar a la carretera de Tierz a Bellestar. La cruzamos junto a una casa blanca y por buen camino ascendemos poco a poco en dirección al saso. En el km 5,92 llegamos a una zona de almendros donde giramos a la izquierda y seguimos por peor camino hasta desembocar en la subida al Saso de Tierzsaso de Tierz, justo en la curva más pronunciada de la pista. Comienza un duro ascenso que tomaremos con calma. Una vez que llegamos a lo alto y después de recuperarnos un poco, tomamos el camino de la izquierda en dirección norte. Tras un par de desvíos, llegamos a la carretera de Barbastro. La cruzamos y seguimos de frente por buenos caminos. Llegaremos a la carretera de Bandaliés y la cruzamos y seguimos de frente para pasar junto a Loporzano. Ahora por una zona más sombría seguimos rectos en todo momento, siempre en dirección a la sierra con Castilsabás a nuestra derecha en lo alto. En el km. 16.26 llegamos a la carretera de Vadiello. La atravesamos y por camino encementado llegamos a la ermita de Ntra. Sra. del Viñedo.

Ermita del ViñedoPara volver a Huesca (podemos volver por el mismo camino acortando el recorrido) seguimos por el lateral izquierdo de la ermita, por un sendero entre olivos y que se mete entre las carrascas para en unos pocos metros salir al restaurado molino de aceite. Giramos a la izquierda y siempre por el camino principal (atentos al cuaderno de rutas) llegamos en el km 18,37 a la carretera que asciende a Santa Eulalia la Mayor. Continuamos en ascenso por ella durante unos metros hasta encontrar un camino que sale a la derecha en descenso y que nos deja en la carretera de Vadiello. La cruzamos y siempre rectos llegamos a una zona de fuerte pendiente. Seguimos rectos y en el km 20,9, a nuestra derecha en una zona de carrascas y piedras están unos restos medievales que podemos visitar. Se trata de La Piedra de los Moros de Ayera. Volvemos otra vez al camino por el que hemos venido y sin abandonarlo llegamos hasta el km 22,47 donde tenemos a nuestra izquierda la necrópolis de Ayera con tumbas antropomórficas y las ruinas de la ermita de San Esteban.

Necrópolis de AyeraTras la visita seguimos rectos hasta la carretera de Ayera, pueblo donde hay una fuente y que atravesamos en dirección a Bandaliés siguiendo siempre de frente hasta el km 24,31 donde giramos hacia la izquierda en descenso hasta Bandaliés, pueblo en el que no entramos pues en el km 25,5 giramos a la derecha en dirección a Loporzano. Llegamos así a un camino mejor que tomamos a la izquierda y que dejando a Loporzano a nuestra derecha, nos lleva hasta la carretera de Bandaliés. La atravesamos y en descenso llegamos hasta un cruce en el km. 28,7 donde giramos a la derecha para llegar a la carretera de Loporzano. Giramos a la izquierda hasta llegar a la carretera de Barbastro.

Aquí, tenemos dos opciones. O seguimos por la carretera como indica el cuaderno de rutas, o tomamos la trialera que circula paralela a esta. Todo depende del grado de habilidad que tengamos sobre la bici.

En el km 31,53 dejamos la carretera y giramos a la derecha para llegar a la pista asfaltada que sube al castillo de Montearagón. Seguimos hasta Quicena, lo atravesamos y solo salir del pueblo giramos a la derecha y luego a la izquierda en dirección al acueducto de Quicena. Seguimos siempre rectos y en un barranco podemos ver a nuestra izquierda el acueducto. Tras la visita, seguimos rectos sin pérdida hasta Huesca.

Alternativas

  1. En el km. 4,94 girar a la izquierda en dirección a Tierz.
  2. Una vez en el Viñedo volver por donde hemos venido. Todo el recorrido hasta Huesca es en descenso.
  3. En el km. 18,2 seguir rectos y llegamos a la carretera de Vadiello.
  4. En el km. 18,37 girar a la derecha y llegamos a la carretera de Vadiello.

Cartografía

  • Mapas del Instituto Geográfico Nacional a 1: 50.000 286 y 248 o 1:25.000 286 I y II, 248 IV.
  • Mapas del Servicio Geográfico del Ejército 29-11 y 29-12.
  • Mapas de Guara de editorial ALPINA.

Piedra de los Moros (Ayera)

Texto extraido de los folletos turísticos de la Comarca de la Hoya de Huesca

Comarca de la Hoya de HuescaMucho antes de haberse formado las comunidades neolíticas el hombre prehistórico ya había divinizado la piedra y descubierto el uso del sílex en el territorio que hoy conocemos como Altoaragón. Es precisamente en este territorio donde se conserva un culto a la piedra único en el mundo, aunque su práctica debió de estar extendida. Se trata de una serie de piedras que emergen de la tierra y actúan como meros condensadores de las fuerzas telúricas que polarizan la tierra, y que fueron manipuladas por la mano del hombre en la noche de los tiempos para convertirlas en templos sagrados a la fecundidad. A ella acudían las mujeres estériles para tornarse fecundas, al igual que los hombres con problemas; por ello, desde tiempos antiguos la Iglesia fue mortal enemiga de estas costumbres que tachó como "supersticiones' y en el Concilio celebrado en Zaragoza el año 380 fulminaron estas prácticas y culto con severas censuras, "anatema sit veneratoribus lapidum, pero el hombre aragonés siguió dándoles culto en una reacción primigenia ante aquello que le había dado la fecundidad.

falo petreoLa Piedra de los Moros designada como la "Catedral" de estos "templos"de fecundidad emplazados en una ruta fertilizadora. Es un complejo en estrecha dependencia con los ciclos lunares y solsticiares.

Morfológicamente se trata de una mole pétrea que emerge en la tierra llana entre los términos de Ayera y Castilsabás, rodeada de un gran bosque encinar que a través de los siglos ha sido muy mermado. La roca está manipulada de forma inusual y comenzando por levante nos encontramos ante un gran falo perfectamente esculpido de una altura aproximada de cuatro metros. Sigue a poniente un espolón pétreo vaciado en su interior, con una gran cavidad rematada en la cabecera por otra más pequeña. En su cura norte, cerca del falo, existe una pequeña oquedad que permite la estancia de una persona en cuclillas. Restan a los lados dos salientes que posiblemente sirvieron para cubrir el hueco.

Cías en la rocaLa piedra, en esta parte, forma en su vaciado interior un par de paredes que se interrumpen con el acceso que conduce u la última prolongación. Esta mole occidental tiene para su ingreso unos escalones rebajados, cilleros a los lados, mostrando arriba en superficie varias bocas de silos que se comunicun en su interior por orificios que fueron practicados en las finas paredes a pico. Esto fue debido a un uso posterior como cías para el grano que recibía aquí la fuerza para germinar y dar buenas cosechas después. En la zona de levante y junto a una especie de fosa, pueden encontrarse las huellas que, según una leyenda muy conocida en la Hoya de Huesca, dejara una reina mora en su salto, compuesta por la impronta de un pie normal de mujer y otra huella informe al lado. El abandono, unido a las leyendas desencadenadas para apartar a las personas de su culto y práctica, además de la erosión, han provocado en la cara sur la fractura del cantil, perdiéndose bastante superficie horadada y que estuvo dedicada a cías. Se accede por camino rural que une la carretera de Vadiello con el antiguo castillo de Ayera y esta población.

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Miguel Soler Gracia - 2001 - Creada el 12/10/2000
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