Sierra Mayor

Ruta de carácter circular y típico perfil en dientes de sierra, con inicio y final en Ayerbe y bastante desnivel acumulado. El recorrido nos permite disfrutar de extensas areas deshabitadas, pedaleando por grandes e infinitos bosques de coniferas, a caballo entre las provincias de Huesca y Zaragoza. Todo el recorrido está dentro de la Comarca de la Hoya de Huesca.

La mayor parte del trayecto discurre por pistas, generalmente en buen estado, pero con tramos donde estas empeoran bastante debido a la acción del agua y a lo inconsistente del terreno. Se puede disfrutar de unas amplias vistas sobre la comarca de la Hoya de Huesca, Cinco Villas, Sierra de Santo Domingo, sierra de Loarre y Gratal y de los espectaculares Mallos de Agüero y Riglos. Al fondo, los siempre presentes Pirineos. En su parte final podemos descubrir, entre senderos, rincones escondidos del río Gállego en peligro por la futura construcción del embalse de Biscarrués. Teneís el vídeo de la ruta en el apartado de vídeos.

Es muy importante llevar agua de sobras, sobre todo en el tramo hasta Agüero, ya que no hay fuentes y en la sierra el calor es intenso.

El acceso a Ayerbe lo podemos realizar por la A-132 desde Huesca o por la A-125 desde Zaragoza. Ruta con track para GPS.

Iniciamos la ruta en Ayerbe, justo en el cruce de la A-132 con la A-125. Salimos por asfalto en dirección a Biscarrues. Pedaleamos durante unos 1,3 km hasta llegar a un camino que sale a nuestra derecha con un poste indicativo hacia la ermita de San Pablo. El camino es suave y nos introduce en un vallecito orientado al oeste. Siempre por la pista principal, iremos dejando algunos caminos que salen a ambos lados del recorrido. Sobre el km 5 llegamos a la Ermita de San Pablo. Es considerada la ermita más antigua de Ayerbe y su primer dato conocido es de 1618. Muy modificada, se acabo de restaurar en 1889. Se levanto en recuerdo de una prédica de San Pablo en su supuesto viaje a Zaragoza.

El camino continúa en dirección oeste y va perdiendo calidad con algún tramo bastante degradado hasta desembocar en el barranco de San Pablo donde giraremos a la derecha en ascenso por una pista mejor (km 7,4). Debemos estar atentos pues es un cruce múltiple. Dejar la pista que sale hacia el suroeste (muere a poca distancia en unos campos) y girar a la derecha en dirección norte para entrar en el Plano de Erés. La pista discurre fácil con una impresionante vista al fondo donde disfrutamos de los mallos de Riglos y Agüero que vigilan el paso del río Gállego. Tras ellos destaca la sierra de San Juan de la Peña. Poco a poco nos vamos acercando a las inmediaciones del río Gállego y en menos de 2 km llegamos a un desvío en el que abandonamos la pista que traemos y descendemos a la izquierda en una fuerte pendiente que nos deja en la carreterita A-1202, frente a unas ruinas. Giramos a la izquierda por asfalto y en descenso, para cruzar el río Gállego sobre un puente de hierro (km 10,35) que sustenta, a modo de escaparate, las protestas de los habitantes de esta zona para evitar la construcción del embalse de Biscarrués que destruiría todo este entorno. Ascendemos durante unos 600 m por la carretera y cuando tenemos a la vista Santa Eulalia de Gállego, giramos a la izquierda para entrar en una zona llamada El Llano por pista bien arreglada (km 11,1). Pedaleamos siempre en dirección a una subestación eléctrica que rodeamos por la izquierda, evitando un par de caminos que salen a la izquierda siguiendo el curso del río.

La pista, pedregosa, comienza a ascender (km 12,43) por el barranco de Retito y nos introduce en los primeros bosques, preludio de lo que será la mayor parte de la ruta. La subida es suave, pero a escalones. Tramos cortos con más desnivel, se suceden a otros más llanos y rápidos. Es momento de regular fuerzas y disfrutar del paisaje ya que lo peor está por llegar. A ambos lados de la pista quedan muestras de una fuerte limpieza en los pinos, nos imaginamos que es para que se cree una especie de cortafuegos. Entre los pinos se dejan ver los viejos muros de piedra para contener el terreno y que debieron limitar los campos de cultivo antes de la repoblación. De vez en cuando, casetas de piedra arruinada hacen un esfuerzo por seguir de pie. Dejaremos unas cuantas pistas que salen a la derecha, siguiendo siempre pos la pista principal.

Poco a poco el barranco parece cerrarse y para salir de él, la pista hace una fuerte recurva (km 16,5) a partir de la cual el camino se empina y asciende con más fuerza. Tras unas curvas, llegamos a Puimascarón (km 18,45), cruce de múltiples caminos y posibles nuevas rutas. A poca distancia de aquí está el pueblo semiabandonado de Sierra Estronad. Hoy no lo visitaremos y seguiremos en ascenso en dirección noroeste abandonando la pista principal. Ahora el camino es de tierra y sembrado de hojas de pino. Pasamos junto a un refugio abierto en el km 19,32. De vez en cuando nos sorprende algun tramo de bajada, pero el ascenso pronto continúa. A nuestro alrrededor el bosque se extiende por todas partes tapizando los numerosos vallecitos que nos rodean. Poco a poco, a medida que ganamos altura y se abre el horizonte, podemos empezar a disfrutar de una amplia vista sobre las comarcas circundantes, tanto oscenses como zaragozanas. En todo momento debemos desechar pequeñas trochas que salen a nuestra izquierda.

Tras salvar un pequeño barranco, el camino asciende bruscamente para llegar en pocos metros al corral de La Chitana situado a 800 m de altitud (km 23,3). Desde este colladito disfrutamos de un mirador privilegiado. En este punto aboca una pista por donde se asciende el la ruta cicloturista de Valpalmas. La desechamos y seguimos en dirección norte hacia las estrivaciones más altas de Sierra Mayor. La inclinación del terreno disminuye y ascendemos con comodidad rodeando por la izquierda el Cerro de Chuán Blasco. Poco a poco el terreno se abre más, la pista mejora y pedaleamos por el cordal de Sierra Mayor hasta llegar al Puerto de Sierra Mayor (km 28,9) en la carretera A-1202. Debemos evitar algunos caminos que salen a ambos lados y que son de menor entidad que el que traemos.

Estamos en la parte más alta del recorrido. Seguimos a la izquierda por el asfalto durante unos 300 m y tomamos una pista a la derecha. Desde aquí podemos ver los mallos de Agüero, nuestra siguiente referencia, aparentemente cerca, pero no debemos confiarnos, la cosa no es tan fácil. La pista, de peor calidad que la que hemos traído, llanea y desciende poco a poco en dirección a una paridera que dejamos a la izquierda. Poco después sale una trocha a la izquierda, resto del antiguo camino de Lacasta a Agüero, que no debemos tomar. Desde aquí el descenso se hace más fuerte y debemos tener cuidado con el estado del camino, descarnado y con roderas. La inclinación y belleza del entorno, nos incitan a bajar rápido, pero las "trampas" son continuas y podemos salir malparados. Mejor disfrutar de la bici y del paisaje que se asoma en la lejanía. En el km 32,35 dejaremos una pista que sale a la derecha y continuamos en descenso y lo mismo en el km 33,86. Tras unas fuertes curvas, llegamos al barranco de Subién (35,8). Lo atravesamos por una pasarela paralela al camino y evitaremos mojarnos.

Para salir de este primer barranco, debemos ascender de nuevo por un terreno muy descarnado que multiplica el esfuerzo a realizar. Este tramo de ruta hecho al revés puede ser un infierno. Pronto abocamos a una pista (km 36,37) que tomamos a la derecha en más ascenso y aún peor estado. Por fortuna, enseguida llegamos a un promontorio (km 37) donde aparecen diferentes caminos y señales. Una, indica por dónde hemos venido y otra nos manda a la ermita de Sta Quiteria, que aunque está a 1 km, desechamos por falta de tiempo. Unos 200 m después salimos a otra pista mejor que desciende para atravesar el barranco de San Felices y vuelta a subir. En el km 38,5 llegamos a la pista de Agüero a San Felices. Ya estoy en terreno conocido y girando a la derecha por una buena pista, ya solo queda llegar hasta Agüero (km 41). En este tramo se admira de manera impresionate el pueblo bajo sus espectaculares mallos.

Agüero es un precioso pueblo con servicios y donde podemos comer y descansar. Decidimos hacerlo en el camping municipal Peña Sola, que está abierto durante todo el año. La señora María nos atiende estupendamente, y a falta de menú del día, nos prepara unos impresionantes bocadillos de tortilla con jamón y tomate, que junto a una buena jarra de cerveza, nos recargan las pilas de nuevo. Preguntamos a los vecinos por la posibilidad de llegar hasta Morán por caminos, y salvo un sendero del que no nos dan muchas explicaciones del estado y si es ciclable, no nos dan otra opción. Así que seguiremos el trazado previsto. Recargamos de agua los camelbacks y retomamos la ruta. Salimos de aguero por su carretera de acceso y que muere en este pueblo. Es en descenso y en poco tiempo llegamos a una pista (km 45,82) que sale por la derecha de la carretera. Atentos, pues es fácil pasarla si bajamos a gran velocidad por la carretera.

Comienza ahora un tramo en el que hay que prestar especial atención por lo lioso del recorrido -aquí el GPS es salvador-. La pista asciende con fuerza y por terreno muy suelto durante un kilómetro. Luego llanéa y termina descendiendo al Barranco de Artaso (km 48,70). Tras cuzarlo, ascendemos de nuevo por una pista mejor hasta un promontorio (km 51,53) desde el que se tiene una vista sin igual del Reino de los Mallos. Merece la pena pararse unos minutos y disfrutar.

Por fin descendemos. Solo un pero, la "pista" está muy deterirada, y en momentos es una auténtica trialera, aunque al final mejora. Dejaremos a la derecha un par de pistas que no tomaremos y enseguida llegamos a Morán (km 52,7). Esta vez no entramos en el pueblo y seguimos por su carretera de acceso hasta tomar un viejo camino (53,49) recien limpiado que nos lleva hasta Santa Eulalia de Gállego (km 54).

Salimos del pueblo en desceso por la A-1202, en dirección al puente de hierro sobre el río Gállego. Mis previsiones iniciales era volver por el mismo camino que llegamos aquí al comienzo de la ruta, pero un cartel (km 56,23) nos llama la atención; es el Sendero del río Gállego. Decidimos seguirlo y recorre la ribera izquierda del río hasta Erés. Lo tomamos, y tras una bajadita, se acerca a la orilla. Continúa por ella y nos permite descubrir zonas desconocidas que se explican con multiples carteles que merece la pena parar a leer. En el km 58, la pistita se transforma en sendero por el que se puede pedalear sin dificultad, salvo en un par de tramos. Podemos acercarnos hasta el río que presenta zonas de remansos con otras donde la corriente es mayor. Medio kilómetro después la senda no es ciclable y debemos portear las bicis, pero ya vemos sobre nuestras cabezas el pueblo de Erés. En poco tiempo llegamos a la iglesia de San Jorge en Erés. Cruzamos la única calle del pueblo y aprovechamos para abastecernos de agua.

Retomamos la ruta saliendo por el acceso asfaltado y que enseguida aboca a una pista (km 59,60). Giramos a la izquierda y en plácido llaneo, llegamos al km 60,51 donde entramos en terreno conocido del principio de la ruta.Giramos a la derecha y ascendemos ligeramente para llegar a la Ermita de San Pablo (62,9). Continuamos por la pista hasta el km 65,48 donde la abandonamos y giramos a la izquierda para ascender - el último tramo porteando la bici por lo suelto del terreno-a las estribaciones de la ermita de San Miguel y desde allí descender a Ayerbe y finalizar la ruta (km 68,3).