Bolea - Castillo de Loarre (por
el pozo de hielo)
Distancia |
42
km. |
Ciclable |
100
% |
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Desnivel |
1.105
mts. |
Dureza |
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Duración |
3,30
- 5 h. |
Medio Recorrido |
Pista
- 39,40 Km. |
Sendero
- 0 Km. |
Carretera
-2,6 Km. |
Ruta circular que parte de Bolea
y nos permite ascender a Sierra Caballera por el collado de
Bentué de Rasal gracias a la apertura de un nuevo tramo
de pista entre la ermita de la Trinidad y un antiguo camino
de repoblación forestal que se perdía a media
ladera de la sierra. Luego descendemos por la Sierra de Loarre
para llegar al castillo del mismo nombre, descender hasta
Aniés y volver al punto de partida.
La
ruta es "corta" pero dura por el desnivel acumulado
que debemos superar, en especial en los primeros 10 kilómetros.
Esto se compensa por la facilidad para volver en descenso
a nuestro lugar de partida desde cualquier punto de la ruta.
Se puede realizar todo el año pero
en época de caza y de lluvia debemos tener mucha precaución.
En todo momento gozaremos de impresionantes vistas sobre las
sierras interiores, la Sotonera, Hoya de Huesca y sur de la
provincia en días despejados.
Para su realización es necesaria
una buena forma física y que las previsiones del tiempo
sean buenas ya que la presencia de nieblas y nubes pueden
dificultar nuestra orientación y en caso de lluvia
hacer casi intransitable algún tramo con riesgo de
averías a una considerable distancia de cualquier núcleo
habitado. Imprescindible la visita al castillo
de Loarre. Accesos por la carretera N-240 dirección
Pamplona, después de pasar Esquedas, girar a la derecha.
Ruta
con track para GPS.
Descripción
Partimos
de la localidad de Bolea,
en concreto en su parte norte, al final de la calle Castilla
y donde la carretera de Puibolea (HU-V-3141) entra en el pueblo.
Frente a nosotros separados por una casa están dos
caminos, el de la izquierda con señales del camino
de Santiago (flechas amarillas) por donde volveremos y el
de la derecha, más estrecho, que es el que seguiremos
en dirección a la sierra.
Llaneamos en un principio pedaleando junto
a algunas casas de campo y olivares de imponentes raíces.
En el km. 1,12 llegamos a un cruce importante en el que pasaremos
junto a un crucero manteniendo nuestra dirección noreste
y con marcas de GR-1. Sin apenas desnivel, lo que sirve para
ir calentando los músculos antes de comenzar la parte
más dura, llegamos a la vieja alberca -queda a nuestra
izquierda y no se ve si no subimos el talud- y poco después
al nuevo depósito de agua de tamaño considerable.
A nuestra izquierda, en lo alto ya vemos la ermita
de la Trinidad a la que se llega por el desvío
que dejamos a la izquierda en el km. 3,25. Nosotros seguimos
de frente para, en una curva en el km. 3,44 y tras dejar a
la izquierda un camino de servicio cerrado con una cadena,
comenzar el ascenso a la sierra. No demasiado duro (esto es
difícilmente valorable) y de
momento con buen piso al ser de reciente construcción
nos va elevando en cortos zigzag sobre la llanura dejando
a cada paso una imagen espectacular de Bolea y su entorno.
A nuestros pies va quedando la ermita de la Trinidad y apreciamos
con claridad las dos balsas antes mencionadas.
La parte más difícil del ascenso
y que puede exigirnos algo de técnica son las curvas
de la pista que pueden llegar a tener el piso más desgastado
y con una pendiente considerable. Luego, afortunadamente esta
disminuye hasta la siguiente lazada. Solo algún tramo
es extremadamente duro. El recorrido es muy aéreo pasando
en algunos momentos por barrancos de gran desnivel. Anecdóticamente
el día en que realizamos esta ascensión por
primera vez el viento en este punto soplaba con tal fuerza
que en algún punto nos impedía ir sobre la bici
y tan apenas podíamos arrastarla por la pista.
Al llegar a la cota de los 1.100 mts en una
amplia lazada el aspecto del camino cambia. Hemos llegado
al lugar donde terminaba la antigua pista para repoblar este
monte. A partir de aquí el camino está integrado
en el paisaje
y es más agradable, quizás más suave.
Esto no evita que en algún punto haya cierto desnivel
al tomar las curvas en los zigzag que nos hacen ganar altura.
Tras pasar junto a una valla que dejamos a la derecha y que
marca el límite del término de Puibolea, el
camino se hace mucho más suave e incluso descendiente
hasta llagar al collado de Bentué
de Rasal -km. 10,55- donde se sitúa un cruce
de caminos, el pozo de hielo y donde cruzamos nuevamente la
GR-1. El pozo
de hielo o nevera queda a nuestra izquierda a unos metros
del camino algo horadado en el suelo. Su cúpula está
hundida y los escombros no permiten ver el tamaño real
de esta construcción utilitaria. Hay que tener precaución
pues está desprotegido y podemos caer en el.
Continuamos la ruta en dirección noroeste
ascendiendo por un par de recurvas que nos dejan junto a un
refugio (a la derecha) en una zona más despejada y
desnuda de árboles. Un poco más adelante llegamos
en al punto más alto -km. 11,56- desde donde comenzamos
un rápido descenso por terreno algo suelto al principio
(cuidado) pero que poco a poco nos introduce en el bosque
de pinos. El paisaje que se abre ante nosotros es espectacular
y merece la pena detener la marcha para observar el entorno
de fuertes paredones y profundos barrancos como el de San
Cristóbal. En el km. 13,92 llegamos a un desvío
importante. De seguir en descenso (nos puede servir como ruta
alternativa si nuestro estado físico o el tiempo es
malo) llegamos a Aniés tras pasar por la ermita
de la Virgen de la Peña.
Nosotros
seguimos por la derecha en ascenso para introducirnos poco
a poco en el valle que asciende a los pies de pico
Caballera a la derecha y peña
Espalda a la izquierda. Un par de lazadas y el camino
se va adentrando en el bosque de pinos y atravesamos una zona
más umbría donde fácilmente se acumula
el barro en caso de lluvia. Unos kilómetros después
llegamos a una zona más abierta donde el cortafuegos
roza la pista y sale a la izquierda una pista que creo lleva
hasta la parte alta de la peña en la que se encuentra
la ermita de la Virgen de la Peña
y poco más adelante a una balsa y refugio. Unos
metros mas y llegamos a la fuente de
la Paúl de Aniés (km. 18.52), precioso
sitio donde podemos descansar un rato andes de atacar el último
tramo de subida.
Tras un falso llano comenzamos a subir por
el bosque en suaves recurvas hasta el cerro
Malacastro que rodearemos por su cara sur hasta llegar
a un collado desde el que tenemos una impresionante vista
sobre toda la parte oriental de la sierra y sur de la provincia.
Poco mas adelante llegamos a un cortafuegos -km. 20,52- con
una cleta que atravesamos y ya comenzamos a descender. Pedaleando
por dentro del pinar podemos alcanzar bastante velocidad por
la inclinación y buen estado de la pista, así
que debemos ir con cuidado. A los lados del camino los puestos
de caza nos hacen recordar el cuidado que debemos tener en
época de sin veda.
Tras
pasar por la fuente del Puzo
y dejando varias trochas madereras a ambos lados, llegamos
a la carreterita asfaltada que asciende hasta las antenas
y a Fontfría. Continuamos
en descenso dejando a la izquierda una gran pradera que invita
al descanso y entrando en zona de bosque por pista asfaltada
en regular estado con muchas deformidades y baches hasta llegar
al km. 25,98 donde sale a la derecha una pista que asciende
a Santa Marina. Nosotros continuamos
en descenso ahora ya por pista de tierra bastante ancha hasta
llegar en el km. 27,87 a la carretera de acceso al parquin
del castillo de Loarre. Merece la pena llegar al centro de
visitantes
del castillo a tomar algo de alimento y visitar el monumento.
Continuamos en descenso por la carretera de
acceso al castillo hasta el km. 29,17 donde tras una curva
giramos a la izquierda para tomar un camino que pasa a los
pies del castillo, que lleva a la ermita de San Juan y que
no abandonaremos. Así llegamos sin grandes desniveles
y con una excelente vista sobre la Sotonera y Aniés
al km. 33,1 punto en el que el camino, dejando un mal ramal
a la izquierda, desciende continuamente sin posibilidad de
error hasta llegar al pueblo de Aniés. El descenso
es rápido, no está en muy buen estado y se necesita
cierta técnica en algún tramo muy inclinado,
así que nos lo tomaremos con calma.
Una
vez que estamos en Aniés,
atravesamos el pueblo hasta la carreterita de acceso que seguiremos
hasta el km. 37,54 donde tomamos una pista a la izquierda
asfaltada en sus primeros metros y en bastante buen estado.
Poco a poco el camino se hace peor y más estrecho pero
circula siempre en descenso y dirección sureste hasta
llegar a Bolea (km. 41,65), justo en el punto de partida.
Alternativas
- Km. 13,92 seguir en descenso hasta Aniés
y Bolea.
- Km. 29,17 seguir en descenso hasta Loarre
y Bolea por carretera.
Cartografía
- Mapas del Instituto Geográfico Nacional
a 1: 50.000 286, 247 y 209 o 1:25.000 247 I, II y VI, 209
III y IV y 286 I
- Mapas del Servicio Geográfico del
Ejército 28-10, 28-11 y 29-12
- Carta nº 8 El reino de los Mallos
de editorial PIRINEO.
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