A los pocos metros metros giramos a la derecha
y pedaleamos por una pista en regular estado que pronto nos deja
en otra algo mejor. A nuestra izquierda, junto a unas instalaciones
agrarias, encontramos la cueva de Peña Lucía.
Una vez visitada nos dirigimos hasta Tramaced
por asfalto.
"Tramaced
significa entre dos señores: entre ambos cid, como Tramacastilla
significa entre dos castillos. El núcleo actual resultó
del acopio de poblaciones dispersas a la sombra protectora del
fortín. Los restos de uno de esos hábitats está
en la partida de Los Cabezales, se llega por la carretera de Fraella,
a poco de cogerla sale a la derecha un camino que llega a una
granja de vacas, se cruza una pequeña corriente de agua
y ya tenemos los cabezales a la vista. Los geólogos los
llaman cerros testigos pues han quedado como restos de un curioso
proceso erosivo donde la placa calcárea se ha ido fragmentando
al diluirse en parte el salagón que la sostenía.
Estos peñascos muestran restos de ocupación, el
más amplio tiene una necrópolis de tumbas de bañera
en torno a una pila que, para unos, pudo servir para lavar los
cadáveres antes de inhumarlos y, para otros, sería
un simple gnamma, una cavidad natural que se forma en las cimas
de las rocas calcáreas.
Hay restos de labras
en la piedra que formaron una escalinata para subir a la necrópolis.
Otro peñasco tiene rebajados un par de habitáculos
y, junto a él, esta la peña que nos interesa a nosotros:
Peña Lucía. Se trata de la mejor cueva fertilizadora,
la más completa y trabajada. Con la Piedra de los Moros
de Ayera constituyen los mejores puntos de la ruta.
Por el nombre, Peña Lucía podría aludir a
la santa Siciliana cuya relación con este mundo de fecundidad
ya hemos visto. Se trata de una roca en cuya
cara meridional se ha excavado un túnel que va hacía
la derecha, luego tuerce un poco a la izquierda para dejar un
pequeño espacio que nos permita elevarnos, estrechamente,
hacia la cámara. Esta está abierta por arriba lo
que permite iluminar, con las dos aberturas, todo el recorrido.
No parece tratarse, como en otros casos que veremos a continuación,
de la reutilización de un silo cerealista, sino de la necesidad
de una evacuación de humos ya que la piedra se utilizó
como hospital de pobres o refugio de transeúntes. La apertura
superior no tiene el aspecto de las que veremos, con rebordes
para la tapa de losa, siendo de menor tamaño.
Al salir de la cámara,
y como si de un parto se tratara, hemos de hacer una ligera rotación
para enclavar la cabeza en el canal o túnel y nacer de
cabeza, como debe ser. Este hecho nos demuestra que las gentes
que manipularon esta piedra tenían conocimientos ginecológicos
y de obstetricia , alcanzados no
sólamente en el contacto humano sino también con
los animales a quienes ayudarían a parir. En el caso del
hombre, está muy extendida la creencia de que el nacer
y morir es un ciclo y como tal debe darse en círculo. Así
se ha de venir al mundo de cabeza y se ha de retornar al inframundo
con los pies por delante. He sido testigo tanto de las dificultades
que plantea un parto enpodálica o de pies, como del tabú
que se establece para que los finados abandonen todas las estancias
-habitación, casa y hasta el mundo- siempre con los pies
por delante. Como la entrada a la Peña Lucía está
un tanto alta, se practicaron estribos que facilitan el acceso.
Sería conveniente limpiar del polvo acumulado durante siglos
en esta y en las demás cuevas, señalizar, explicar
mediante panel los movimientos del parto que protagonizaremos
al salir, y dignificar el entorno y la necrópolis. Este
último punto en muy interesante pues en una piedra se nace
y en la otra se muere, es como si el ciclo del alma se pudiera
hacer completo en este complejo funerario y fertilizador. La verdad
es que los restos que quedan tampoco indican un hábitat
permanente, no se ven vestigios de casas, ni de castro. Apenas
unos habitáculos y tumbas que parecen formar parte de algún
ritual." Manuel Benito Moliner
Desde esta población tomamos la pista
asfaltada que circula paralela al canal del Flumen y seguiremos
por ella durante unos km. hasta un punto en que la abandonamos
tomando dirección derecha en dirección a Piracés,
no sin antes visitar el Pozo de Piracés.
Sin entrar en Piracés
tomamos una pista a la izquierda muy agradable de ciclar. Siempre
atentos a nuestra izquierda veremos la Cueva de Semuro
situada al otro lado de un campo.
"Por
la pista que remonta el canal, subiremos hasta llegar a la altura
del monte Semuro, formación rocosa que en su punto más
alto tiene forma de cabezal. Hay que llegar andando, unos 15 minutos.
Desde abajo se ve la ladera norte de la roca, bastante inclinada,
rasgada en el centro por una apertura. Nos evoca la zona genital
femenina. Se sube por el extremo oriental accediendo con facilidad.
En la apertura se han colocado un par de estribos para agarrarse
con las manos y entrar.
La cueva es de pasillo estrecho, abriéndose a la cámara
circular que está en un plano superior. La conexión
entre el túnel de acceso y el habitáculo, se hace
mediante un tramo en embudo que sugiere las partes mucosas de
las cavidades genitales femeninas. Dentro se ven manchas de humo.
No hay leyendas ni memoria de su uso. Sirvió como refugio
ocasional en alguna tormenta. El topónimo es de difícil
interpretación y, en todo caso, nos inclinamos por una
referencia pastoril ya que Piracés fue una zona de pastizal
como lo demuestra el propio nombre del hábitat: pira o
pera: piedra y sel: majada, majada en la piedra. Para Semuro cabría
la posibilidad de una forma vascona sel: majada o sal: pasto y
buru: cabeza, cabeza o extremo de la majada o pastizal, explicación
que encaja con el entorno."
Manuel Benito Moliner
Siguiendo siempre por la pista principal que se
torna arenosa en épocas secas, vamos dejando algún
desvío a ambos lados hasta llegar a un pequeño alto
desde el que vemos Albero Bajo a la izquierda. Seguimos -siempre
en dirección norte- en ligero descenso y dejando desvíos
laterales. Tras dejar unas granjas a nuestra derecha llegamos
en suave ascenso a Albero Alto.
Cruzamos el pueblo en dirección noroeste y antes de salir
de él, un cartel nos indica la dirección el pozo
fuente árabe al que llegamos en pocos metros. En
la cercanía hay una necrópolis medieval.
Volvemos sobre nuestras ruedas hasta el pueblo
y ya tomamos un camino a la izquierda junto a unas casas unifamiliares.
El camino en ligero descenso muy arenoso en épocas de secano
nos conduce en dirección a Lascasas entre grandes campos
de cereal. Cruzamos la carretera de Huesca a Grañen , atravesamos
el río Flumen por un puente de hormigón
y pasamos entre grandes chopos y una granja hasta llegar al camino
que va de Lascasas al cementerio.
Allí giramos a la derecha y por asfalto llegamos al pueblo.
En la primera calle giramos a la izquierda y salimos por el camino
en dirección al Castillo de Pompién. Este es un
camino ancho y en buen estado que seguiremos hasta llegar al primer
gran cruce donde giraremos a la derecha en dirección norte
para pasar junto a unos almacenes. El camino se torna menos ancho
y con frecuentes zonas de barro a poco que haya llovido. Estamos
en una antigua cabañera. Continuamos hasta llegar a un
puente en la carretera de Pompenillo. Giramos a la izquierda y
rápidamente a la derecha para seguir hasta Huesca acompañando
al río Isuela por esta cabañera recientemente plantada
con árboles a sus lados. En pocos km. llegamos a la variante
sur de Huesca, junto a un desguace dando por acabada la ruta.
Alternativas
- Acortar la ruta partiendo desde la Virgen del
Viñedo y acabando en Tramaced.
- Realizar la ruta en dos días haciendo
noche en Salillas, población cercana a Sesa y que tiene
alojamiento de turismo
rural.
- Realizarla en dos días volviendo siempre
a Huesca y creando dos rutas circulares de unos 75 km. cada
una.
Cartografía
- Mapas del Instituto Geográfico Nacional
a 1: 50.000 286 y 324 o 1:25.000 286-I ,II,III y IV y
324-I y II.
- Mapas del Servicio Geográfico del Ejército
29-12 y 29-13
- Carta nº 9 de Editorial Pirineo - Parque
de la Sierra y Cañones de Guara.
- Folletos de la Comarca de la Hoya de Huesca (oficina de turismo)
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